Transcurridos
los años 2002 y 2003, se evidenciaba un cambio en los gustos de las nuevas
generaciones de nuestra sociedad colombiana, para nadie es un secreto que esas personas quienes en ese momento eran
unos niños y jóvenes, hoy convertidos en adultos debido a la gran influencia de la
globalización mediática recibieron de parte de muchas culturas nuevos gustos
musicales.
Para
ese momento los grandes exponentes de la música vallenata tradicional como
Jorge Oñate, Poncho Zuleta, Beto Zabaleta, Iván Villazon y Diomedes Díaz, con
sus respectivos trabajos discográficos lograban mantener un número considerable
de seguidores, permeándose en todas las esferas de la sociedad colombiana.
Pero… quienes dentro de esas esferas escuchaban la música vallenata? No es
extraño decir que en ese preciso momento solo escuchaban la música vallenata
las personas que desde hace mucho tiempo se encontraban vinculadas con esta generación
vallenata y que para la fecha se puede decir que eran en su gran mayoría
personas adultas y en un número muy mínimo menores, y digo que pocos menores
porque para esos años llegaba a Colombia el boom de la música urbana, liderada
en aquel momento por el género Reggaetón, quien con sus diferentes interpretes
como Héctor y Tito, Tego Calderón, Don Omar y Vico C, lograron meterse en el
gusto de aquellos menores quienes traían arraigada la música vallenata, la cual
en términos de arreglos era muy pobre, mientras que con el reggaetón se sintieron
identificados por ser algo innovador.
Ciudades
y municipios fueron contagiándose rápidamente de este género urbano,
desplazando un poco a la música vallenata, que por tanto tiempo había gozado
del puesto número 1 en medios de comunicaciones y en el gusto de los
colombianos, citadinos y pueblerinos, y en la contratación por parte de los
empresarios. Pero mientras todo eso sucedía desde los años 97, 98 y 99, finales
del siglo XX comenzaban a formarse las nuevas generaciones de exponentes de la
música vallenata, fue un verdadero proceso para ellos, quienes con sus primeros
trabajos discográficos poco lograron dentro del vallenato, grababan y solo
sonaban en Valledupar, Cesar, centro del vallenato, donde la gran mayoría de
los interpretes tienen su domicilio, aun así nada pasaba en las nuevas
generaciones de la sociedad colombiana con respecto al vallenato de los nuevos
exponentes.
Con
el transcurrir del tiempo aparece un muchacho nacido en Valledupar, de nombre
Pedro Manjarres Romero, que se hacía llamar Peter Manjarres, con una
propuesta nueva, diferente, un vallenato tradicional de grandes exponentes pero
con nuevos arreglos, muchacho, que para el año 2004 exactamente, logra
convertir su música en un virus nacional con canciones como La dueña de mi
vida, Llego el momento, Paseo en Concordia, Coge el mínimo, entre otros. Para
ese mismo tiempo comenzaba a entrar a este medio un muchacho nacido en Urumita,
Guajira, gordito y que trataba de imitar en vestuario y tarima al gran Jorge
Oñate por ser su padrino de bautismo, de nombre Silvestre Dangond.
Silvestre
lo mismo que Peter venían de un proceso musical iniciado oficialmente a inicios
del año 2002, pero es solo hasta el 2004 cuando logra su máximo esplendor, con
canciones como la Colegiala ( éxito nacional e internacional), Mi amor por
ella, Necesito verte, Quien me mando, La pinta chévere, entre otros. Canciones
que lograron meterse no solo en quienes
escuchaban vallenato tradicional, si no en todas las esferas de la
sociedad y lo que es aun mas importante, en todas, absolutamente todas las
generaciones, niños, jóvenes, adolescentes, adultos y adultos mayores cantaban,
gozaban, coreaban, bailaban y disfrutaban las canciones de los nuevos
interpretes Peter y Silvestre.. Que paso? No queda duda, nació una nueva
competencia para los exponentes tradicionales y lo que es mejor, que para el
género del reggaetón que había logrado
desplazar la música vallenata, Silvestre y Peter, lograron meter nuevamente el
vallenato en las nuevas generaciones de la sociedad, que habían dejado de
escucharlo, por haberse influenciado de la música urbana, de ahí se produjo el
llamado efecto domino, inmediatamente comenzaron a salir nuevos jóvenes con
proyección, apoyados en el estilo de Silvestre y Peter, que para esos momentos no
llevaba ningún nombre, solo vallenato, es asi como llega un nuevo integrante a
este movimiento, Luifer Cuello, quien en una de sus producciones coloca el
nombre de nueva ola a una de sus canciones, nombre que fue tomado por el
locutor Javier Fernández (FM) , para identificar este nuevo movimiento como La
Nueva Ola del Vallenato.
Fusiones,
estilos, arreglos y mucha armonía lograron que Peter, Silvestre y Luifer
apoyado en nuevos compositores vallenatos, con ideas frescas, nuevos
sentimientos y estilo para escribir, crearon un movimiento propio, que partió
en 2 sin duda alguna, la historia del vallenato. Historia que logró ser de
mayor arraigo cultural en todas las generaciones con un muchachito de apenas 20
años de edad, hijo de un gran cantante romántico vallenato ( Miguel Morales)
como lo fue Kaleth Morales Troya, quien verdaderamente revoluciono el vallenato
y todos los parámetros en composición y arreglos, confirmando aun mas que la
música vallenata volvió a nacer, volvió a ocupar el gusto de todos, absolutamente
de todos los colombianos, no hay duda que Vivo en el Limbo, le dio un aire
diferente al vallenato.
Para
inicios del año 2005 Peter, Silvestre, Luifer y Kaleth ya eran número 1 del
genero mas importante en Colombia, el vallenato, habían logrado recuperar el
espacio perdido por Oñate, Zuleta, Diomedes, Beto y Villazon dentro de todas
las generaciones, quienes para conservar el gusto de los adultos se olvidaban
de las nuevas generaciones y de los cambios en los gustos musicales que para
esos momentos se hacía presente en Colombia. Con ellos, nace en toda Colombia
un numero incontable de nuevos cantantes vallenatos, muchachos que decidieron
hacer parte de la llamada nueva ola , Bolívar, Atlántico, Magdalena, Sucre,
Córdoba, Cesar y Guajira, se convirtieron en grandes canteras de nuevos
talentos, talento de exportación, muchachos que sin pensarlo se convirtieron en
un referente de quienes habían sido parte de la música tradicional, es así como
todos, comienzan a meterse en el cuento de las composiciones y arreglos típicos
de la nueva ola, todos trataban de ponerse a la moda y recuperar el espacio
perdido en medios de comunicación, empresarios y sobre todo en seguidores.
Hoy
muchos consideran que la nueva ola se acabo, se ha vuelto a la tradición, pero lo
que no hay duda y es muy cierto es que precisamente esos muchachos liderados por Silvestre,
Peter, Luifer y Kaleth lograron lo inimaginable, lo imposible, meterse
nuevamente en todos los corazones, recuperaron el espacio perdido, es a eso lo
que yo llamo el RENACER DE LA MUSICA VALLENATA.
Si
la nueva ola es vallenato o música de acordeón, es otro tema a investigar, por
lo tanto merecerá otro escrito. Por lo pronto, se les agradecerá por siempre
haber podido lograr lo que se logró.
Edinson
Rafael Martínez Rodríguez
Canal
Teledique
Pasión
Vallenata
Estudiante
de derecho
Arjona
Bolivar
2012-06-01